martes, 27 de marzo de 2012

La Peña del Sol

Al igual que el pasado mes de octubre, con la llegada de la primavera y unas temperaturas irrepetibles, decidimos darnos un garbeo por uno de los parajes que, estando muy próximo a nuestro “campamento base”, no teníamos suficientemente pateado. Dado que hacía un par de semanas atrás nos habíamos adentrado por la Dehesa de la Golondrina (con susto incluido tras la perdida y posterior recuperación de la cartera y las llaves del coche), este pasado sábado decidimos acometer la subida a la Peña del Sol, tomando como objetivo final las antenas de telefonía móvil y TV alojadas en su cumbre. Se trataba por tanto, más que de una excursión, de un paseíto mañanero, dada la escasa distancia que recorrimos (poco más de 4 kmtos.) y unos desniveles máximos de 100 mtos.
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Más que suficiente teniendo en cuenta que la benjamina del “equipo expedicionario” solo cuenta con cuatro primaveras:
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Ascendemos por tanto por la amplia pista que se encuentra tras la puerta metálica junto al desvío de la carretera M-614. Apenas unos cien metros más arriba abandonamos la pista y continuamos por una zona de rodadas. No hay mayor dificultad ni peligro en seguir campo a través. La zona está muy despejada y la dificultad es mínima. Siendo nuestro objetivo es la zona de antenas (si bien todavía no están a la vista), es suficiente con ir ascendiendo lentamente hacia la loma de la peña. Tras atravesar una linde conformada por un sólido y antiguo muro de piedras, las cima de la Peña del Sol se aparece ante nuestros ojos. Alcanzamos finalmente la cuerda de la loma, y con ello de nuevo el muro lindero. Tras unos pocos cientos de metros, llegamos a la estructura de la primera antena.
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Agrupadas en la torreta se acumulan varias antenas que aparentemente dan servicios de telefonía móvil, y con casi toda seguridad, los servicios de TDT para toda la zona aledaña. La historia de este repetidor se remonta a la aparición de los canales privados de TV, a principios de los años 90. Por aquel entonces, las emisiones de TVE y Telemadrid se realizaban desde el repetidor de La Bola del Mundo, pero nunca llegaron a emitir desde esa ubicación las cadenas privadas. El repetidor de cadenas privadas más cercano a Cercedilla y sus alrededores era el de Collado Villalba (situado junto a la A-6). Pero en los escasos 12 kilómetros de distancia entre ambos puntos no existe visibilidad radiante precisamente por el hecho de que la Peña del Sol “tapa” ese recorrido:

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Debido a este “pequeño gran problema”, la única alternativa para poder ver las nuevas cadenas desde Cercedilla y sus alrededores fue la de instalar antenas de alta ganancia y amplificadores para poder así captar la señal emitida desde el Cerro de Los Palos, en las afueras de Toledo capital. La distancia era bastante considerable (mas de 100 kmtos.), pero las condiciones de radiación y visibilidad si eran favorables:

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Esta situación se mantuvo durante unos pocos años, hasta que al parecer, y en colaboración por parte de los ayuntamientos de la zona, se puso en marcha un repetidor en la Peña del Sol que reemitía las cadenas privadas.

Y así hasta la llegada del siglo XXI y el TDT. Los días de la televisión analógica estaban contados, por lo que era necesario adoptar las medidas técnicas necesarias para recibir TV en este nuevo formato. Nuevamente la “alternativa toledana” surgió, siendo la única posibilidad hace unos 5 o 6 años de recibir señales de TDT en la zona parrá. Finalmente, y coincidiendo con los plazos establecidos para los “apagones analógicos” (incluyendo el de La Bola del Mundo), el repetidor de la Peña del Sol empezó también a emitir señal digital de todas las cadenas, manteniéndose a día de hoy.

Por lo demás, sobre la cumbre pedregosa de la Peña se mantiene una caseta de vigilancia contra incendios (cerrada en estas fechas, ignoro si sigue operativa), y las antenas de otro pequeño repetidor, probablemente usado por policía local o algún otro organismo público:
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Pues una vez cumplido el objetivo, la mejor alternativa no es otra que bajar camino del aperitivo al pueblo. La bajada la haremos siguiendo una extraña norma propia, que me impide regresar a ningún sitio por el mismo camino de ida. En este caso es fácil. basta con bajar hasta el muro antes mencionado, atravesarlo junto a una puerta metálica de acceso, y tomar una rodadura que lleva hasta la pista principal. En este punto podemos elegir el sentido de la pista, bien al sureste, hacia Navacerrada pueblo (pasando junto a la Ermita de San Antonio), o bien al noroeste, descendiendo por la ladera de Cercedilla y Los Molinos (que es la que tomamos, por tener el coche en esa zona aparcado).

Prueba superada.