jueves, 24 de junio de 2010

El verano está aquí

Ya llegó el verano, pero no es como los de antes.

No, no es como los de antes. Y no solo por cambio climático, sino por otras muchas cosas. Los albaricoques ya no saben igual. Mamá ya no llevará esos vestidos floreados. El toldo de la terraza ya no nos protegerá del sol de junio. Ya no hay riesgo de tormenta en la zona de la baja campiña y las vegas. El cloro de la piscina no huele igual. Bill Maxwell no ejerce ni en el FBI ni en la vida. Ya no hay barras libres en El Chicle. Por no haber ya no hay ni chicle. Ya no hay chicas ni playas. Ya no hay amaneceres lubricados ni humedecidos. Ya no hay plazas reconquistadas (las más) ni conquistadas (las menos). Ya no hay carreteras secundarias. Ya no hay aeropuertos emergentes entre la bola de mercurio cerebral. Ya no hay despertares a las 3 de la tarde. El padre se ha hecho hijo y viceversa. La coraza sigue creciendo sobre el eterno adolescente. Y pesa, ya lo creo que pesa...

Pero a pesar de todo, sí se sabe buscar, es posible encontrar puertas que, como el Delorian, permiten regresar al futuro o conocer por primera vez el pasado. Y junto a esas puertas del tiempo los pájaros siguen trinando como siempre. Y los árboles suenan igual. Y el banco-tronco sigue en su sitio. Y el lúpulo sigue alimentando el alma y el gaznate.

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Pero sí vas, no me verás...

domingo, 20 de junio de 2010

Dos hombres, dos nombres

Este pasado viernes, mientras regresaba a casa de mi jornada laboral, la radio escupió la noticia del fallecimiento de José Saramago.

A este obrero de la palabra le llegó el reconocimiento público ya sexagenario. Hasta ese momento su producción literaria había sido escasa, justificado por el propio autor debido a que “Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar”. Ese mismo sentimiento es el que me hace plantearme muchas veces si continuar publicando mis desbarros mentales por este medio.

Volviendo a Saramago, si bien no he devorado apenas dos o tres libros de su, reconozcámoslo, mediática obra literaria, echaré de menos sus aportaciones en la prensa escrita, así como las entradas de “otros cuadernos de Saramago”. Admiraba y compartía en buena medida sus críticas hacia los sectores mas conservadores y religiosos de nuestra sociedad, pero sobre todo admiraba su capacidad de crítica hacía la progresía e izquierda actual, tal y como ya indique hace año y medio en mi por entonces naciente blog.

Bien, pues retomando la situación con la que comenzaba esta entrada, tras una pequeña parada en mi domicilio, y todavía con la noticia de la muerte de Saramago en mi cabeza,  me dirigí a la fiesta infantil que esa tarde se celebraba en el colegio de mis retoños. Una vez allí, rodeado de alborotadoras bestezuelas, entre los padres de las mismas distinguí la figura de una anciano acompañado por una mujer. Aparentemente se debían de tratar de los abuelos de algún alumno, aunque ese anciano de arrugada chaqueta blanca y bastón en mano tenía algo más. No era la primera vez que le veía por el barrio, y ya anteriormente tenía alguna sospecha sobre su identidad. No pude evitar acercarme un poco más hacia él, y mis sospechas se confirmaron… en la fiesta infantil del colegio de mi hijo estaba nada más y nada menos que Rafael Sánchez-Ferlosio.

18062010160 Siempre he sentido bastante vergüenza para dirigirme a algún famoso con el que me he topado, y este caso no fue una excepción. ¿Qué le podía decir? ¿Qué fui incapaz de avanzar mas de 15 páginas con una de sus últimas obras (“God & Gun” - Año 2008)?. Y no evidentemente por la mala calidad de la obra, sino por el hecho de en mi caso he sido incapaz de comprender tal tratado de semiología (cosa que ignoraba hasta que el libro cayo en mis manos recién adquirido). Dicho esto, la única cobardía que hice fue fotografiarle con mi móvil de forma bastante ridícula y disimulada. Como dijo el Vizconde de Valmont vía John Malkovich, “It’s beyond my control”

Me quedaré por tanto con las lecturas juveniles de “El Jarama” y “Alfanhuí”. Esas si fui capaz de entenderlas…