viernes, 28 de mayo de 2010

Club 45


Extraido de la web club45

Es sorprendente ver cómo un artefacto como el single, que nació para ser objeto de consumo en los 60, no sólo ha sobrevivido al paso del tiempo sino que se ha convertido en uno de los más claros referentes de una era que sucumbió ante los encantos del pop y la moda juvenil. El disco de 7 pulgadas simboliza lo efímero, lo intrascendente, incluso lo barato y, sin embargo, tiene un encanto que no han sabido superar otras manifestaciones de cultura popular. El single fue el vehículo perfecto para la “globalización” del fenómeno beat, que apareció en Inglaterra a comienzos de la década y que, como una epidemia, se extendió por los cinco continentes. Alejandro Diez Garín, antes líder de Los Flechazos y ahora al frente de Cooper, desempolva su colección de discos y memorabilia sixties para ofrecernos 90 canciones imborrables. 90 porque es el doble de 45, y a 45 revoluciones por minuto giraban estos sencillos en tocadiscos de todo el globo. 90 porque los singles tienen dos lados y muchas veces era en la cara B donde los artistas podían esquivar la dictadura del éxito inmediato y desarrollar sus ideas más avanzadas en sonido y estilo. Este libro, repleto de anécdotas, detalles y evocadoras imágenes, es imprescindible para fanáticos de los sesenta y amantes de la música en general. Un apasionante viaje por los clubs, los estudios de grabación y las calles que frecuentaron los protagonistas de la explosión beat, los lugares y las canciones donde se esconden las auténticas raíces de la cultura pop.

martes, 25 de mayo de 2010

Monty Python

Ciclo Monty Python. Círculo de Bellas Artes (Alcalá, 42), del 25 de mayo al 6 de junio. Entrada: 5 euros. Habrá que ir…

Mas info aquí

jueves, 13 de mayo de 2010

Sigo soñando

Acabo de llegar de Neptuno. Bueno, no solo de allí...



Realmente acabo de llegar de comer con dos de mis orcos favoritos, de haber estado vigilando a los hijos de mi novia (probablemente sean mios también), de haberles higienizado convenientemente con su baño cuasi diario, de haber embutido a Pablete en la camiseta rojiblanca, regalo del yayo, de haberle instruido en la letra y música del himno del Glorioso, de ir raudo y veloz al bar de Manolo , de reencontrarme con los orcos antes citados, acompañados de otros tantos personajes embutidos en franjas rojiblancas. De haber sufrido como un perro durante 120 minutos y ver como un uruguayo conseguía que los siervos del gleba nos sintiéramos amos por una vez frente a otros mucho, como por ejemplo, el incoloro e insípido señor feudal...

En resumen, en momentos como este entiendo en parte la irracionalidad religiosa de algunos, pues el sentimiento que me acompaña ahora mismo sea probablemente comparable con el éxtasis de una beata ante las apariciones marianas en El Escorial.

Es irracional, pero estoy radiante. Y quien sabe, dentro de una semana, quizá estaré aún más radiante. Sobre todo sabiendo que estaré allí.

Bendito Aleti. Forza Aleti,

lunes, 10 de mayo de 2010